Una feminista con los pies fríos es un agente de cambio menos potente que una feminista con los pies bien calientes. Estamos esperando los resultados del estudio, pero vamos, tenemos bien claro que las conclusiones finales van a indicar justamente lo anterior. Estos calcetines llenos de colores, de unos tejidos que son calidad de la buena, con estampados que harían temblar las bases del sistema patriarcal si te mirase los tobillos, son lo mejor que vas a encontrar en el mercado para tenes tus pinreles bien calentitos. También los tenemos de verano eh, ¡que el feminismo no descansa!
Por qué usar calcetines feministas ayuda a la lucha contra el patriarcado
Puedes llevar los calcetines con tomates, desfasados, uno de cada color, no llevarlos, ponértelos de lana o de algodón, de esos que tienen los deditos separados (si eres una valiente) o incluso puede que te dé por llevarlos por encima de los pantalones estilo Steve Urkel, vale. Pero también puedes entrar en cosasfeministas.com y elegir la opción de deleitarte con la exquisita colección de calcetines feministas que hemos conseguido especialmente para ti y con todo el cariño del mundo.
Con el mismo amor que tú cuidas esos pinreles viajeros que te llevan a todos lados. Esos pies que se patean la ciudad de cabo a rabo y el mundo si hace falta, te agradecerían enormemente que les premiaras de vez en cuando. Y qué mejor manera de hacerlo que con unos suaves y preciosos calcetines de Frida, por ejemplo. Como bien sabes, ella siempre decía una frase que, entre otras acciones importantes, le hicieron pasar a la historia. ¡Pies para qué os quiero si tengo alas para volar! Frida Kahlo no se ponía cualquier calcetín, ya te lo digo yo. Aunque dijese que no quería sus pies para nada teniendo sus alas, seguramente de vez en cuando se calzaba unos buenos calcetines calentitos. Vale, que estaba en México y allí no hace tanto frío, pero que los calcetines gordos reconfortan, es una verdad internacional e interestelar, me atrevería a decir.